Por favor retírense

Cuando estaba en la preparatoria, mi generación era considerada como la de "los borrachos". Y eso era bastante decir, si tomamos en cuenta que en la escuela que asistía era famosa por sus grandes bebedores de alcohol.

Mis compañeros tenían la "buena" costumbre de ingerir alcohol en casas, casi nunca lo hacían en lugares públicos u otros lados, pero también acostumbraban (cuando las circunsatancias lo permitían) emborracharse antes del mediodía.

En una de las raras ocasiones en que se les ocurrió salir (yo iba en el grupo de ebrios, pero ya casi todos saben que soy abstemio), fue a desayunar al Californias de la Zona Azul, como a las 12 de día, hora en que la mayoría de las amas de casa sin ocupación iban a chismear.

Por el estado de la mayoría de mis amigos, la mesa se hizo ruidosa y pronto llegó a ser incómodo para los demás clientes el ver a unos 15 pubertos borrachos haciendo desmanes y mucho ruido en un restaurante "familiar".

El gerente del Californias nos invitó gentilmente a retirarnos del lugar, cosa que no pasó a mayores en ese momento. Varias semanas después, iba yo con otros cuates, ahora sí, a desayunar, cuando nos estabamos registrando, y el gerente, quien reconoció a uno de mis amigos y a mí de aquella ocasión, y nos dijo que iba a ser imposible que nos dieran mesa debido a la última vez.

Basicamente fui vetado del lugar (junto con mis amigos) durante bastante tiempo por importunar a los demás comensales del restaurante.

El jueves, tomando café con mis amigos a eso de las 12 de la noche, llegó una pareja con 2 niños (niño y niña), la niña menor de 4 años y que comenzó a llorar de manera escandalosa. Obviamente los demás comensales del área se les notaba el fastidio que presentaba la niña llorando a gritos y fue cuando recordé el episodio de la prepa.

En primer lugar, se me hizo una total incosciencia de los papás de estos niños de: 1) tener levantados a dos niños a las 12 de la noche en jueves; que, aún cuando no estuvieran en clases (que seguramente estarían al día siguiente) es demasiado tarde para cualquier niño. 2) Llevar a cenar a dos niños y sentarse en la sección de "fumar" que definitivamente es nocivo para un niño, dada la concentración de humo de al menos 48 personas en la sección, aún cuando la mayoría no fumara, la cantidad de humo es alta. y 3) Viendo el escándalo que estaba haciendo la niña, no tener ninguna consideración hacia lo demás y pedir de cenar como si nada estuviera pasando.

En segundo lugar, creo que si el fastidio de los demás era notorio, el gerente debió haberlos invitado a "retirarse" amablemente por esa situación. Si a un grupo de pubertos nos corrieron por esa misma causa, no veo cual sería la diferencia de hacerlo con esta familia... a lo mejor no al grado de vetarlos, pero sí de tener a los demás comensales lo más a gusto posible y que con los gritos de la niña no era así.

Sé qué muchos dirán que soy un exagerado, pero creo que la hora, el lugar y la situación no eran propicias para tener niños en el lugar. Deberían prohibir a la entrada a ciertos lugares a ciertas horas. Yo opté por irme antes de sentirme más molesto de lo que ya estaba (por esa y otras razones) pero eso es lo que debería pasar. Los debieron haber invitado a retirarse.

¿O no lo creen así?

Nigger