Muerte en el Giro
EL Giro de Italia es la segunda competencia más importante en el mundo del ciclismo (después del Tour de France) y también es de las más peligrosas. La mitad de sus etapas se consideran peligrosas por las pendientes y la velocidad que alcanzan los ciclistas que requieren de mucha concentración para tomar las curvas a alta velocidad.
En el mundo del ciclismo profesional de ruta han habido 18 muertes durante competencia, pero no todas han sido a consecuencia directa de la carrera. El lunes el belga Wouter Weylandt murió a consecuencia de una caída en la tercera etapa del Giro.
El ciclista bajaba por la pendiente del Passo del Bocco a unos 25 kilómetros de la meta cuando sufrió una caída que hizo rebotar su cabeza en el pavimento y a consecuencia de una fractura de cráneo falleció. Se dice que murió instantáneamente pero fue hasta unas horas después de la caída que se le declaró muerto.
El equipo para el que corría, el Leopard Trek, decidió retirarse del Giro y el resto de los ciclistas corrieron la cuarta etapa sin competencia, es decir, solo "pasearon" los 216 kilómetros en honor a Weylandt.
Hace ya tiempo que no ocurría una desgracia en el ciclismo profesional (desde el 2005). En lo particular, siempre he pensado que esa parte de las bajadas en las competencias le dan un toque de adrenalina al corredor. Alguna vez yo practicaba el ciclismo de ruta en la carretera de Chiluca y sé que bajar a más de 50 kph puede llegar a ser peligroso si no se toma bien una curva. En las competencias profesionales se puede alcanzar más de 80 kph en algunas pendientes del Giro, de la Vuelta a España y del Tour de France.
Pero eso sí, la adrenalina de tomar las curvas a alta velocidad sintiendo el aire en la cara y enconchándose para tomar más velocidad es impresionante. Pocas cosas se sienten así de chidas.
Nigger.
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