Miércoles de futbol internacional... de hace muchos años

Por ahí de 1993, el Internazionale de Milán y el A.C. Milán anunciaron su participación en un cuadrangular contra el Atlas y las Chivas en Guadalajara. No recuerdo que el Inter tuviera tantas estrellas en comparación con el Milán en ese momento. El entrenado del Milán era Fabio Cappello, que había despuntado como el entrenador revelación en la liga italiana. Milán venía de exitosas participaciones y habían anunciado la participación de casi todas sus estrellas en el cuadrangular, a diferencia del Inter quienes venía con muchos suplentes y hasta el preparador físico como entrenador sustituto.

El Inter jugaría contra el Atlas y el Milán contra las Chivas para acceder a un partido final entre ganadores y perdedores de ambos encuentros. Los partidos serían en martes y miércoles los primeros partidos y el sábado y domingo los finales después de los resultados obtenidos.

En ese entonces, yo estudiaba la universidad, con un horario de 7:00 a 12:00 horas... en la Ciudad de México. Como buen aficionado de las Chivas, no podía perderme el partido del miércoles de las Chivas contra el Milán con todas sus estrellas. Tendría que regresar temprano de mi negocio para poder ver el partido por la tele, pero ¡oh, sorpresa! no lo iban a pasar... y si acaso, lo iban a pasar diferido en la madrugada.

Sopesé las opciones y justo el martes en la noche, mientras estaba trabajando y viendo que no tenía mayores pendientes que no pudiera esperar un día, les avisé a mis socios que al día siguiente no iría a trabajar.

Para efectos de dimensionar lo que iba a hacer, había que considerar que en ese entonces apenas se estaba terminando la carretera de Atlacomulco a Morelia y Guadalajara, y el trayecto de México a Guadalajara era en coche, alrededor de 6 horas. Yo no contaba con auto, por lo que en camión, que todavía tomaban la ruta hacia Querétaro, Salamanca y el bajío para llegar a Guadalajara, el trayecto duraba entre 7 u 8 horas.

Hablé a ETN, que contaba con servicio ejecutivo para apartar mi regreso de Guadalajara a las 23:00. Decidí volarme la última hora de clase de 11:00 a 12:00, para dirigirme a la Central de Autobuses del Norte. Mi escuela está ubicada en Insurgentes y Viaducto por lo que solo requerí de tomar un autobús hasta la central que estaba en la Avenida de los 100 metros y había líneas directas. Las salidas a Guadalajara salían cada 30 minutos, por lo que tomé a las 11:30 el primer autobús que salió hacia la Perla Tapatía. Llegué a las 18:00 horas aproxiamdamente y el partido era a las 19:30. Traía mi Walkman con una mezcla de metal y rock en español que me sirvió para hacerme entretenido el trayecto y sólo traía un suéter.

Llegué a la central de Guadalajara y estaba punto de dejar mi suéter y walkman en un locker de la estación, pero amenazaba con llover y decidí llevármelos al partido. Preguntando qué ruta me convenía para llegar al estadio, ubicado en Av. Idependencia, al norte de la ciudad de Guadalajara. Primero tuve que llegar al centro, ya que la central se ubicaba en la zona oriente de la ciudad y de ahí me dijeron los números de camiones que llegaban al estadio.

Me resultó extraño que los camiones no cuentan con un letrero de hacía dónde se dirigen, como en México, sino que uno los debe de ubicar por número, pero en mi caso que no conocía las rutas, tuve que preguntar, porque de otra manera no había forma de saber cual debía tomar. Llegué al estadio como a las 18:40 y ya había mucho movimiento en el estadio. Me comí un hotdog en los puestos de afuera, compré mi boleto para el partido y entré al estadio.

Hasta ese momento, nunca había visto que la Chivas tuvieran porristas, o sería que habían contratado a unas especialmente para este partido, pero realmente llamaban mucho la atención. Claro que no tenía forma de comprobarlo, ya que era la primera vez que iba al Estadio Jalisco en mi vida. Los equipos salieron a calentar y tocar un poco el balón, y los jugadores del Milán, hicieron un especie de círculo para tocar el balón, pero constantemente se le iba fuera por estar distraídos viendo a las porristas, lo cual me dio mucha gracia. Como mi walkman contaba con radio, tuve la fortuna de poder escuchar el encuentro por la radio también.

El encuentro estuvo bastante entretenido, anotando las Chivas en el primer tiempo con un cabezazo al ángulo en un centro, sin embargo estuvo parejo el dominio de ambos equipos en esa primera parte. Para la segunda, el Milán apretó más en media cancha y en una jugada muy vertical, encontró el gol del empate. El partido terminó empatado, y ya hasta se habían hecho los famosos intercambio de camiseta, hasta que les avisaron que debían definir un ganador por medio de penales. Se volvieron a poner las camisetas y se dedicaron a tirar los penales, que ganó el Guadalajara para acceder a la final contra el Inter.

Salí del estadio a eso de las 21:00 y con dos horas para que saliera mi camión, decidí recorrer el centro de la ciudad, pero me dijeron que los autobuses que llegaban a la central dejaban de salir casi en 20 minutos. Tomé el último que ya ni siquiera llegaba a la central, y me dejó en el recién estrenado periférico y ahí estuve esperando en medio de la nada un camión que sí llegara a la central. No pasó y terminé tomando un taxi que me dejó como a las 21:45 en la central.

Me extrañó mucho que la actividad social de Guadalajara terminara a las 9 de la noche, ya que casi todos los comercios cerraron a esa hora y sólo había restaurantes abiertos. Eso me confirmó que Guadalajara sigue siendo un pueblote y dista mucho de ser una metrópoli como tal.

Tomé el autobús ETN que tenía la ventaja de que los asientos se hacían casi camas y me dormí casi todo el trayecto de regreso, llegando a México alrededor de las 6:00, de ahí tomé el camión de regreso a mi escuela para llegar poco antes de las 7:00 a clases. Cuando me vieron mis compañeros con el mismo atuendo que traía el día anterior, y les comenté lo que había hecho, no me creyeron, pero ante las evidencias del boleto comprado, se extrañaron que hubiera hecho ese viaje.

Pocas veces tiene uno la oportunidad de hacer este tipo de viajes y hasta el momento, ha sido el viaje más imprevisto que he realizado. mi vida, actividades y ritmo actual ya me complican este tipo de viajes, pero en cambio he podido hacer muchos más viajes más planeados y financiados que he disfrutado mucho; sin embargo, este es de los que más recuerdo de mi época estudiantil.

Nigger

Comentarios

Christian dijo…
Yo pensé que el final iba a terminar con un: "Me encontré a Remy y recorrimos Europa hasta que encarcelaron a Pedro."

Esta buena la historia.
Lemus dijo…
porristas de las chivas?? chale... seguramente:

a)estaban de la verga... por el simple hecho de ser de las chivas, ya valieron madres.

b)No importando el punto "a", seguramente las asustaste con tu mundialmente famosa y enferma mirada.
Una muy buena anécdota de los tiempos de estudiante.

El único pero es que fue por ver a las perras cornudas, diremos que fuiste a ver al Milán.

Tienes razón, la vida te quita luego la oportunidad de hacer lo que tus impulsos te dictan.

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