¿Realmente estamos en crisis?

Esta pregunta ha surgido en los últimos días en muchos medios de comunicación, en los círculos económicos y en las pláticas familiares y de amigos. La cuestión es el concpeto que todos tenemos de "estar en crisis". Para la gran mayoría, se está en crisis cuando le afecta a uno directamente, como cuando corren gente en su trabajo, cuando sus clientes dejan de consumir sus productos como lo hacían regularmente, cuando no encuentran trabajo o entrevistas de trabajo suficiente, etcétera.

En mi particular punto de vista, la crisis se hace evidente cuando los indicadores de desempleo y las tasa de interés y tipo de cambio están a la alza y cuando la actividad económica está a la baja. Lamentablemente, estos indicadores están así y por lo mismo es que estamos en crisis. Sin embargo, el estar en crisis no necesariamente conlleva un problema para todos. Es en las crisis cuando se dan las mejores oportunidades de crecimiento.

Hace unas semanas, el presidente anunció el aumento al gasto para obras públicas y diversos programas. La idea del ejecutivo es la de hacer cicular el dinero para reactivar la economía lo más pronto posible. Obviamente las empresas que se harán cargo de utilizar los recursos gubernamentales en obras tendrán un repunte en su actividad. Cuando se anunció que Estados Unidos estaba en crisis, en Houston se tuvo el mayor incremento de actividad en construcciones y eso repercutió a que su ínidice de desempleo quedara no solo intacto, sino con un decremento (osea más empleo).

Este mismo concpeto se está buscando en México cuando se ha anunciado la crisis. Es vital el hacer cicular el dinero para reactivar la economía. Es como cuando se va en un auto, si se deja de apretar el acelerador, eventualmente se detendrá el auto, así no se gastará en gasolina, pero si se gasta en gasolina, el auto puede seguir moviéndose... obviamente (siguiendo con la analogía) se requiere ir a una velocidad que aproveche al máximo la gasolina que tenemos para llegar más lejos aunque no sea tan rápido.

México está en condiciones de hacer esto, de seguir gastando, consumiendo y aprovechando las oportunidades del mercado global para crecer y sobre todo, estar en mejor posición para aprovechar el mercado cuando se acabe el periodo de recesión en Estados Unidos. A nivel particular, lo importante es es seguir gastando... seguir haciendo circular el efectivo, pero solo en lo que sea necesario. No es vital eliminar los gastos, incluyendo los de esparcimiento, sino reducirlos a niveles suficientes que permitan seguir manteniendo el nivel de vida normal. En la medida de lo posible, no sautrar tarjetas de crédito e ir pagando las deudas que tienen tasa de interés variable y dejar en segundo plano las de tasa fija. En la medida de lo posible, ahorrar, pero (nuevamente) sin dejar de gastar.

Sí, señores, estamos en crisis, pero no tiene porque ser una crisis desventajosa, sino una que nos permita mantenernos y luego crecer cuando los demás estén buscando estabilidad. Aprovechemos esta oportunidad de la crisis y estemos preparados, porque lo que sí no sabemos es cuánto tiempo durará la crisis para los demás... para nosotros no debería durar más de 1 año. Ya no pasó una vez y en 16 meses salimos adelante. No tiene porque ser diferente ahora que ni siquiera es nuestro problema.

Nigger

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