Intolerancia pinochetista
Hace 2 años y 2 meses murió Augusto Pinochet y yo tuve a bien explicar la situación económica que dejó en Chile este dictador. Escribí dos posts: este y luego una acalaración en este. A grandes rasgos, enfoco el comentario sobre el legado económico que dejó Pinochet y en el transcurso de esta semana se me ha tachado de "pinochetista".
Obviamente he esgrimido mis argumentos ante público netamente izquierdoso (y que afortunadamente yo no lo soy) para explicar la importancia que tiene aún en estas fechas el considerar el régimen dictatorial como un enfoque económico benéfico para México.
En los posts siempre condené, como lo haría casi todo el mundo, la manera en que Pinochet impuso su ideología, el costo social que tuvo y en una de mis conclusiones puse que no me gustaría por nada del mundo que en México vivieramos un régimen militar o dictatorial por el alto costo social que se pudiera tener. El enfoque de verlo aisladamente desde el punto de vista económico respecto a lo social, es el beneficio que puede representar para México.
México, como país, no puede adoptar ya una postura respecto a la situación social que vivió Chile en esos años, pero definitivamente el legado económico que dejó la dictadura es de donde se puede beneficiar. Pensando en mejorar el nivel de vida de mi país, siempre se debe de buscar las mejores opciones económicamente hablando. Siendo que tengo una postura particular económica y financiera, considero que una relación comercial con Chile resulta más benéfica para México que con cualquier otro país centro y sudamericano (a excepción de Brasil en el último año). Por supuesto que México se puede beneficiar de relaciones comerciales con cualquier país, pero el caso de Chile le puede reportar mayores rendimientos en muchos aspectos debido a las políticas económicas de los andinos y la convergencia que tiene respecto a las mexicanas.
Esta postura puede sonar egoísta, porque si a mi país le beneficia el trato comercial con otro país, en realidad no me importa el cómo hayan llegado a tal situación: si fue producto de una dictadura, de un democracia donde el presidente es de izquierda, de una gobierno impuesto por los gringos, etcétera. Desde el punto de vista práctico, eso no me interesa... o más bien, no puedo tener injerencia como país en esa situación... porque si sí pudieramos tener injerencia en el aspecto de gobierno de otro país, seríamos algo así como los gringos, que se creen la policía del mundo y no, no es el caso.
A nivel particular si puedo sentir cierta condolecencia, simpatía, empatía o lo que sea, por la situación que pueden vivir la gente de ciertos países latinoamericanos; por ejemplo, el caso de los venezolanos con Hugo Chávez me da tirsteza. Pero repito, siendo prácticos, lo que más me interesa el mejorar el nivel de vida de mi país, e incluso, siendo más específico, de mi ciudad, porque es donde realizo mis actividades cotidianas.
Esa postura no me hace comlugar con TODOS los aspectos de un régimen como el de Pinochet en Chile, pero sí puedo aislar, a diferencia de otros, los aspectos que me convienen, tanto a nivel personal como a nivel país, que es el meollo del asunto. Esto es lo malo de la actual división que vivimos en México: los de izquierda (estoy hablando de manera general, no particular) no pueden reconocer ni un acierto del gobierno federal; y los panistas o de derecha, no pueden dejar de tachar todas las acciones de la izquierda como erróneas y negativas. Y de verdad que eso es lamentable porque en nada beneficia al país.
Así que, camaradas socialistas... no soy ni pinochetista; y ya entrados en aclaraciones, tampoco soy panista (por más que el ordinario y el cascajo lo afirmen).
Nigger
Obviamente he esgrimido mis argumentos ante público netamente izquierdoso (y que afortunadamente yo no lo soy) para explicar la importancia que tiene aún en estas fechas el considerar el régimen dictatorial como un enfoque económico benéfico para México.
En los posts siempre condené, como lo haría casi todo el mundo, la manera en que Pinochet impuso su ideología, el costo social que tuvo y en una de mis conclusiones puse que no me gustaría por nada del mundo que en México vivieramos un régimen militar o dictatorial por el alto costo social que se pudiera tener. El enfoque de verlo aisladamente desde el punto de vista económico respecto a lo social, es el beneficio que puede representar para México.
México, como país, no puede adoptar ya una postura respecto a la situación social que vivió Chile en esos años, pero definitivamente el legado económico que dejó la dictadura es de donde se puede beneficiar. Pensando en mejorar el nivel de vida de mi país, siempre se debe de buscar las mejores opciones económicamente hablando. Siendo que tengo una postura particular económica y financiera, considero que una relación comercial con Chile resulta más benéfica para México que con cualquier otro país centro y sudamericano (a excepción de Brasil en el último año). Por supuesto que México se puede beneficiar de relaciones comerciales con cualquier país, pero el caso de Chile le puede reportar mayores rendimientos en muchos aspectos debido a las políticas económicas de los andinos y la convergencia que tiene respecto a las mexicanas.
Esta postura puede sonar egoísta, porque si a mi país le beneficia el trato comercial con otro país, en realidad no me importa el cómo hayan llegado a tal situación: si fue producto de una dictadura, de un democracia donde el presidente es de izquierda, de una gobierno impuesto por los gringos, etcétera. Desde el punto de vista práctico, eso no me interesa... o más bien, no puedo tener injerencia como país en esa situación... porque si sí pudieramos tener injerencia en el aspecto de gobierno de otro país, seríamos algo así como los gringos, que se creen la policía del mundo y no, no es el caso.
A nivel particular si puedo sentir cierta condolecencia, simpatía, empatía o lo que sea, por la situación que pueden vivir la gente de ciertos países latinoamericanos; por ejemplo, el caso de los venezolanos con Hugo Chávez me da tirsteza. Pero repito, siendo prácticos, lo que más me interesa el mejorar el nivel de vida de mi país, e incluso, siendo más específico, de mi ciudad, porque es donde realizo mis actividades cotidianas.
Esa postura no me hace comlugar con TODOS los aspectos de un régimen como el de Pinochet en Chile, pero sí puedo aislar, a diferencia de otros, los aspectos que me convienen, tanto a nivel personal como a nivel país, que es el meollo del asunto. Esto es lo malo de la actual división que vivimos en México: los de izquierda (estoy hablando de manera general, no particular) no pueden reconocer ni un acierto del gobierno federal; y los panistas o de derecha, no pueden dejar de tachar todas las acciones de la izquierda como erróneas y negativas. Y de verdad que eso es lamentable porque en nada beneficia al país.
Así que, camaradas socialistas... no soy ni pinochetista; y ya entrados en aclaraciones, tampoco soy panista (por más que el ordinario y el cascajo lo afirmen).
Nigger
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